Están a la espera de ser asesinados,
O de vivir el desahucio. Pronto
no tendrán nada que comer.
Mientras tanto, descansan los pies.
Se acerca un dolor violento, piensan.
Empezará en el corazón
Y en la boca dejará su sabor.
Se los llevarán en camillas, entre llantos.
Esta noche miran la ventana
Sin intercambiar una sola palabra.
Ha caído lluvia, y ahora parece
Como si fuera a caer un poco de nieve.
Lo veo bajar las persianas.
Si la ventana permanece a obscuras,
se que él ha tomado esas manos ancianas
Justo cuando ella se disponía a borrar la penumbra.
—Charles Simic.
Traducción: Carlos LM.