La canción más triste del 2014 no fue lanzada por uno de esos jovencitos que lloran porque la novia los dejó luego de cuatro meses para los libros de historia. Tampoco es de las que contienen gritos y palabras que apelan a la emoción barata.
No. La canción más triste del 2014 (y una de las más conmovedoras de la década) es de Glen Campbell, una leyenda de la música Country en Estados Unidos que suena poco por nuestras tierras. Basta decir que ha trabajado a lado de leyendas como Ray Charles, Frank Sinatra, Johnny Cash y los Beach Boys para darse una idea del nivel del que estamos hablando.
Para entender este tema hay que conocer un poco del contexto. Así, a primera impresión, parece una tonada pop medio Lennoniana con una letra como de berrinche. ¿Eso parece decir el título, no? «No te extrañaré, tonta, vete de aquí».
Pues qué se cree ese tipo, uno podría pensar.
Pero resulta que la canción fue compuesta por un hombre de casi ochenta años que padece el mal del Alzheimer.Alguien que se dirige a una muerte en blanco. Alguien que olvida sus propias canciones durante los conciertos y que sabe que pronto olvidará todo lo que lo conforma como ser humano. Alguien que tira un último golpe de lucidez para crear un testamento artístico.
Sí, ese «no te extrañaré» lleva un pesar. Va dirigida a su esposa, a su familia y amigos. No importa cuánto los quiera, ni cuanto lo intente. Pronto llegará el día en que Glen no entenderá lo que pasa a su alrededor. No será capaz ni siquiera de identificar el dolor de quienes están a su lado. Un sentimiento durísimo: saber que no podrás extrañar a quienes amas, aunque ellos te echen de menos a ti. Que aunque los tengas cerca, todo significado quedará perdido.
Estar aquí, pero ya haberse ido, como dice en la primera línea. Saber que nunca más podrás mencionar algo tan sencillo y poderoso como un «te quiero».
La buena noticia para sus seres amados es que les dejó una canción hermosa que seguramente les dejará un consuelo. De nuevo: la música que planta cara a la miseria.