Cincuenta y cinco pasos para enamorarse

1. Para enamorarte primero tienes que hacer una limpieza interna. Olvida toda tu trayectoria sentimental. Los malos recuerdos te condicionarán e impedirán que te enamores a gusto por temor a repetir errores y caer en las tristezas de siempre. Así que nada, tira las angustias por la borda. A empezar de nuevo.

2. Una vez completado el paso anterior, toma una taza de té. La mereces. Yo te la invito si me ves por la calle.

3. Prepárate para la llegada del amor. Tienes que estar a la altura. Deja los trapos que traes puestos y arréglate, por el amor de dios. Un buen baño es imprescindible también.

4. Y no solo eso. Tienes que ser digno de recibir el cariño de alguien más. Cultiva tu mente y busca una actividad que te apasione. Sé extraordinario en algo. En lo que sea.

5. Cepilla tus dientes al menos tres veces al día y duerme lo más que puedas. Esto te ayudará más de lo que crees.

6. Ahora olvida lo anterior. Nada de lo que he dicho sirve para enamorarse. O sí. No sé.

7. Mejor ponte a ver una película. Una comedia romántica. Sí, trágate el cuento de que el amor es muy bonito y que llenará tu vida de música indie. Acompaña con una cubeta de helado para redondear la escena.

8. Llama a una vieja amiga de la preparatoria. Descubre que su número ya no existe, que se mudó de ciudad o, peor, que ya se ha casado. Cuelga en cuanto escuches la voz de un niño del otro lado del teléfono.

9. Vale. Ese fue un intento desesperado. Prueba otro camino para enamorarte. Uno que ofrezca un tono de distinción. Haz como en ese relato de Bukowski y pon en el periódico un anuncio que diga: Se busca una mujer. Reúne a todas las candidatas en el jardín de tu casa.

10. Descarta a las aspirantes (y al par de caballeros que hicieron el intento) que no cumplan con tus parámetros de belleza. Sube el listón hasta que te quedes solo. Como siempre.

11. Cae presa del pánico. Vislumbra un futuro en el que toda la humanidad es feliz en pareja, excepto tú, que conformas el número non de la población.

12. Adopta un perro, por si las dudas. Quién sabe, en una de esas tienes razón y ninguna persona es compatible contigo. Con un animal de compañía al menos tendrás un consuelo.

13. Oye, pero no beses al perro. Guarda la compostura. No llores. Ve con tu nuevo amigo a pasear.

14. A las mujeres les gustan los hombres que tienen mascotas. Dale un abrazo a tu perro y acarícialo  ante la audiencia del parque. Continúa hasta que el animal te suelte un mordisco y tu humillación se vea completada.

15. Cambio de estrategia. Intenta ligar con alguien del trabajo. Obtén un no por respuesta y convierte el resto de tu vida laboral en una pesadilla llena de incomodidad.

16. Mejor presenta tu carta de renuncia y dedícate a una vida bohemia. A las mujeres les atraen los hombres que viven fuera del sistema. Déjate crecer la barba y prescinde de las normas básicas de higiene.

17. Abandona cualquier vínculo social. Dedica una temporada a la soledad e introspección.

18. Te has instalado en un cuarto en donde reina la obscuridad. Dile adiós al teléfono, televisión, internet y a cualquier medio que sirva para contactar con otras personas. Al diablo con los demás, eres un ser de luz que no necesita de nadie.

19. Ah, no. Ya recordé que tenías que enamorarte. Se supone. A ver, pongamos un poco de orden en la sala.

20. Ni se te ocurra salir de casa todavía. Mírate al espejo: luces fatal. Das asco. Así nadie te va a querer.

21. Tu refrigerador ha quedado casi vacío. Limítate a comer atún y aceitunas hasta que te den ganas de vomitar. Unos kilos menos te vendrán de perlas.

22. Conecta de nuevo la televisión y dedícate a ver lo peor que aparezca. Quédate a ver una película de zombis con caras feas, si es posible. Entre más asquerosos, mejor.

23. Busca entre tus libros alguna novela que provoque sensaciones horribles. Prueba con algún título relativo a la guerra o la desnutrición. El objetivo es que te sientas afligido.

24. O prueba con tu trayectoria amorosa. Esa que fingiste olvidar.

25. Recuerda las ingratitudes, las noches de pesar, los momentos desperdiciados y todo el tiempo que invertiste en una relación que terminó por fracasar.

26. Qué llorón eres, madre mía.

27. Prepárate un té.

28. Bueno, la botella de vino también sirve.

29. De lo que se trata es de pasar unos días rodeado de los peores estímulos posibles. Renuncia al exterior por entero. No salgas ni para comprar un repuesto para tu motosierra.

30. Húndete en la miseria. Desea que todo termine de una vez. Clama por la llegada de un apocalipsis nuclear.

31. La ausencia de luz, afecto y motivaciones te harán hipersensible una vez que salgas de casa.

32.  Sal de casa.

33. Regresa y ponte un suéter. Hace frío.

34. Tras sobreponerte al aturdimiento inicial, descubrirás que el exterior es hermoso. Los días de carencias te harán valorar el panorama. Lo que te rodea ha cobrado un nuevo valor para tus sentidos. Cada elemento te parecerá indispensable. Los árboles, el cantar de los pájaros, la luz que ilumina a los charcos. Las basura del asfalto que hace vibrar a tus venas.

35. Este es tu momento. Ahora puedes enamorarte. De cualquier cosa. Todo te parecerá digno de admiración. Incluso las piedras.

36. Pero apunta más alto. Las piedras no besan bien y tienen las piernas ásperas.

37. Ve por una mujer. La primera que cruce tu camino. Procura que no sea tu propia madre.

38. Eso es, prueba con la morena que está sentada en la parada del camión.

39. Salúdala. Dile hola y espera una respuesta.

40. Al parecer no te escuchó. Habla más fuerte.

41. Trae puestos los audífonos. Tendrás que tocarle el hombro para llamar su atención. Hazlo con delicadeza.

42. Te dio una moneda. Acabas de ser confundido con un vagabundo.

43. Eres una desgracia. No sé qué hago aquí dándote consejos.

44. Regresa al punto 3 y al 5. Apestas. El mal aliento es un repelente para Cupido.

45. Entiendo. Ya no puedes regresar a casa. Olvidaste la llave adentro y tu familia ha decido cortar de tajo el contacto contigo.

46. Vete a vivir al bosque. Tu aspecto personal hace juego con el fango.

47. Pasa a ser un hombre de las cavernas del siglo XXI. Cubre tu cuerpo con hojas y ramitas. Dile adiós a los zapatos: son para espíritus tibios.

48. Cuando tengas hambre come frutas. Ni se te ocurra ir a cazar. Estás hecho un debilucho. Una lagartija podría hacerte pedazos.

49. Deja que pasen los años. Asusta a los niños que intenten acercarse a ti. Espera a que se forme una leyenda alrededor de tu figura. Usar lodo en la cara acelerará el proceso.

50. Tarde o temprano surgirá alguien que quiera filmar un documental sobre tu vida. Entérate de una vez: para ellos eres el viejo monstruo del monte.

51. Arruinaste tu vida, sí. No me eches la culpa. Aún puedes salvar los papeles si tienes un último golpe de suerte.

52. Bingo. La directora del documental es una bella universitaria que quiere concertar una cita contigo para hablarte del proyecto. Acepta.

53. Apenas la tengas enfrente dile que la amas.

54. Ella no entiende lo que dices. Has olvidado cómo hablar con otro ser humano.

55. Pero por fin lo conseguiste. Estás enamorado.

sophia

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