Tu cabeza sobre la almohada. El sonido del reloj y tus ojos recién abiertos. La luz que se cuela entre las cortinas. Los sonidos que se escuchan afuera de la habitación. El dolor de cabeza, el pesar interior. Un escenario que ahoga en el preciso instante en que caes en cuenta de que has despertado. Sí, estás de vuelta en la lucha de cada día. Tú, que tan a gusto te encontrabas entre sueños, tienes que lidiar de nuevo con los problemas. A tu cuerpo le gusta la mala vida, qué le vas a hacer. Siempre se despierta antes de tiempo como si tuviera un convenio comercial con las ojeras.
No es que sea la primera vez. La desazón tempranera está incrustada en la rutina. Cada día es igual. Te preguntas qué es lo que falla, qué es lo que podrías hacer para remediarlo. Piensas entonces en la música. Siempre la música. Los héroes de las canciones que acuden al rescate. Puede que con su ayuda el proceso se te haga más llevadero. Estás convencido de que así será.
Pero tienes que elegir bien. No se le puede encomendar una tarea tan difícil a cualquier cantamañanas. Necesitas a la crema de la crema. Con eso en mente, aquí te dejo cinco opciones ideales para ello. Están comprobadas.
1. «December, 1963 (Oh, What a Night)» — The Four Seasons
Lo primero que necesitas es dejarte de quejas. Cuando despiertes por la mañana, no lamentes lo que tienes por delante. Intenta celebrar lo que tuviste en la noche anterior. O, si atraviesas por una temporada de capa caída, no te preocupes. Recurre a cualquier recuerdo del pasado. El de alguna salida nocturna que te haya hecho feliz. Si es necesario, puedes remontarte a otra década. A esa fiesta de la escuela donde conociste a una persona maravillosa de la que ya no recuerdas el nombre, pero que igual se quedó para siempre dentro de ti. Pega un brinco fuera de la cama con ayuda de Frankie Valli y compañía. Anímate. A lo mejor un día de estos repites la faena.
2. «Beautiful Ones» — Suede
Las calles están llenas de situaciones horribles. Hay asaltos, basura tirada, gente incapaz concebir la amabilidad y otras tantas perlas de sabor amargo. Ante tal panorama, no se antoja abandonar las cobijas. Mucho menos si hace frío. Sin embargo, hay que hacerlo. Con una buena ducha, un lindo peinado y la mejor ropa uno puede contribuir a mejorar el aspecto general del exterior. Ser bello a pesar de todas las otras miserias que carguemos. Responder a la fealdad con el poderío estético que tengamos disponible, así sea tan solo para ir a la tiendita. El you are repressed. But you’re remarkably dressed llevado al esplendor. Nunca se sabe. Una presentación agradable puede cambiar tu día. Aumentar tus oportunidades de salvación ante el abismo que te rodea.
3. «The Way You Do the Things You Do» — The Temptations
Echa por la borda cualquier idea negativa que tengas de ti. Detén los reproches que solo consiguen tirarte a la tristeza. De nada sirve que te tortures. Mejora en lo que puedas, sí. Tan solo no te vuelvas un ser autodestructivo. Eso está pasado de moda. Queda muy mal andar con reproches interminables. Lo de hoy es sonreír. Tirarse piropos a uno mismo. Así que empieza a valorar lo que eres. Que sí, es cierto que no eres presidente del país como aspirabas cuando eras niño. Tampoco has ganado los millones que tus sueños exigían. Ni siquiera has logrado la mitad de las cosas que te propusiste cuando aún eras optimista. Pero no te desanimes. Sigue en busca de cumplir tus objetivos (menos en el de ser presidente: lo vas a hacer fatal y nadie te va a querer) y al mismo tiempo pon atención a los detalles. Que seas malo en los deportes no quita que seas un maestro en el arte de abrir frascos de mermelada. Ni una sola vez has fallado. Lo mismo con tu habilidad para escuchar a los demás. Puede que estés lejos de escalar montañas, sin embargo, a tus amigos les encanta tomar un café contigo. Revisa con cuidado y verás que estás lleno de méritos. Es la manera en que haces las cosas que haces. Una forma particular que nadie más en el mundo puede igualar. Eres alguien imperfecto que nunca volverá a repetirse. Una persona única que bien merece un reconocimiento. Uno que puedes celebrar en tu honor con una copa de café. Una taza, quiero decir…
4. «Nobody Like You» — Echobelly
Ya que los Temptations pusieron el tema sobre la mesa, conviene reforzarlo. Sí: no hay nadie como tú. Haz caso, te lo dice Sonya Madan ni más ni menos. Cómo podrías ignorar a una voz tan contundente. Ella lo repite para que lo instales en la cabeza. Evita decepcionarla y por una vez en la vida date el lugar que mereces. Alguien de tu categoría no puede quedarse todo el día encerrado entre cuatro paredes. Tienes que salir, mantenerte activo, conquistar las miradas de esquina de enfrente. Saca lo mejor que tienes e intenta. Cuando estás tirado solo produces lástima, aunque nadie más lo quiera admitir. Tómalo en cuenta antes de seguir con los lloriqueos en la cocina.
5. «For Once in My Life» — Stevie Wonder
En algún lugar hay alguien que te ama. Puede ser una amiga, un perro, un tío, un vagabundo que delira o un bebé al que hiciste reír sin darte cuenta. Así que deja de amargarte y actúa al nivel de lo que tienes. El cariño de alguien ya es suficiente como para sobreponerte a cualquier síntoma de pereza. Y lo sé: acá pecamos de optimistas. Quizás el tuyo sea un caso diferente. Que a ti nadie te ama y no sé qué tanto. Pues igual. Aplica una actitud parecida. En nada ayuda rendirte. Imagina que alguien está loco por ti allá afuera. Deposita en ello el entusiasmo. O al menos pon el empeño suficiente para que alguien se enganche a ti algún día. Conviértete en alguien irresistible. Dale una patada al miedo y sigue el camino al que la vida te conduce. Ahí está el sonido motown.
***
A continuación, un playlist que incluye las cinco canciones de arriba más tres pistas miniatura de relleno:
Eres hermoso, quiero hacerle el dulce amor a tu cara.
Ese es el halago más atrevido que me han lanzado desde los tiempos de mi abuelita. Muchas gracias, Karen. Un saludo sabor manzana para ti.