Personas de las que es preferible alejarse

Los días avanzan a tal velocidad que lo mejor es no desperdiciarlos. Miren el calendario, un número tras otro sin una sola pausa. Quienes le tienen fobia a la vejez quisieran que existieran lagunas. Días y meses que no sumaran. Años, si fuera posible. La realidad en cambio indica que no: el tiempo es inclemente. Toca asumirlo y a partir de ahí tomar medidas para hacer que el camino ofrezca los mayores frutos posibles.

Conviene aprovechar lo que se tiene. Ya se sabe, vida solo hay una (a menos de que quien lea esto sea un gato o una batería recargable). Así que hay que exprimirla al máximo sin ceder un solo segundo a la miseria. Si uno ha de comer, lo mejor es consentirse a uno mismo y no zamparse el primer mosco que pase enfrente. Con la bebida y el entretenimiento más de lo mismo: toca ir, en la medida de lo posible, por las opciones de primera clase. Aprovechar las posibilidades de los cinco sentidos con los que venimos cargados.

Algo parecido aplica a las personas. A la compañía, quiero decir. Conforme te salgan arrugas caerás en cuenta de la importancia de rodearte de gente que valga la pena, sin más. Tendrás algún otro error durante el trayecto. Se te pegará alguna rémora o tendrás que soportar algún ingrato. Te dolerá cuando lleguen las decepciones. Porque eres alguien noble que vive con la ilusión de que el otro mejore.  Pensarás que sus fobias y manías son pasajeras. E incluso caerás en el error típico de pensar que tú lo puedes cambiar.

Está bien. Puedes intentarlo. La experiencia nadie te la quita. Si sale bien o sale mal, lo mismo sacarás una lección. En todo caso, lo que te recomiendo es que guardes unos cuidados mínimos para evitar que a la postre los golpes te dejen en la lona. No te lo merecerías. Cuida tu frágil corazón.

Basado en mi experiencia personal, he reunido algunas categorías de personas de las que es preferible alejarse. Advierto que no se trata de un listado infalible ni mucho menos definitivo. Habrá excepciones y omisiones por las que se tendrán que mantener los ojos abiertos. De cualquier forma, son una base de la que bien vale la pena partir. Con ello te ahorrarás más de un disgusto.

Es verdad que una alta exigencia implica quedarse con pocas opciones de socialización. Si eres de los que optan por cantidad antes que por la calidad, no queda otra que desearte suerte. Mereces ser como eres. Si por el contrario, prefieres acercarte a individuos valiosos, mantén siempre elevados tus parámetros. Créeme, de nada sirve estar rodeado de miles de personas si a la hora de la verdad todas desaparecen para dejarte moribundo en el suelo.

Por ello, presta atención.

Aléjate de las personas que solo te buscan cuando necesitan desahogarse o cuando necesitan un favor. Escucha y ofrece un hombro a tus amigos, siempre. Pero si se trata de un personaje que aparece únicamente cuando le conviene, y que nunca está para ti, da media vuelta y métete en un restaurante en el que no lo dejen entrar. Esta clase de gente es la que se acuerda de ti cuando cae en un problema o en un cuadro de tristeza. En cambio, cuando están contentos ni piensan en ti. Incluso te mantienen lejos de sus círculos y prefieren salir de fiesta con una albóndiga antes que contigo. Ten un poco de respeto por tu propio ser: deja de ser un simple osito de peluche, un confesionario. Quizás si desapareces lo que ellos dan por sentado, empiecen a valorar lo que has hecho en su honor. Aunque existe una verdad que debería estar grabada en cada habitación: hagas lo que hagas, no esperes una recompensa. La mayoría de las veces te llevarás un chasco. Actuar de forma correcta sin más, de eso se trata. Lo demás es una ruleta.

También conviene estar alejado de personas que tienen alguna adicción. Sea a las drogas, al juego, a la bebida, a crear barquitos de papel… a lo que sea. Claro, hay que ayudarles. Tratar de sacarlos del hoyo en el que se encuentran. Sobre todo con la asistencia de profesionales. Después de todo, por mucho cariño lleves dentro de ti, tienes tus limitaciones.  No eres un especialista como para cargar el peso de otra vida encima de ti. Hablo, desde luego, de adicciones verdaderas, de las que rompen con las promesas; no de tropezones casuales.  Apoya al máximo, pero no dejes que te jalen a sus terrenos. Sea de forma directa o indirecta (pidiéndote dinero, por ejemplo). Tarde o temprano  la bomba te explotará en la cara.

Otro grupo del que se debe huir es de los aburridos. Procura a los seres que te aporten en algún sentido. Sea en lo intelectual o en materia de entretenimiento. El deleite visual también es válido. Lo que sea, mientras sume. Presta atención a quienes sean divertidos, tiernos, inspiradores. Las mentalidades grises no se ayudan ni a sí mismas, por lo que es probable que tu compañía no les suponga tampoco gran cosa. Eso sí, cuídate de los exagerados, que también te hartarán. Me refiero a los que ríen todo el tiempo. Los que no hacen más que hablar sobre libros. Los que son mera apariencia. La repugnancia que se mueve en una sola dimensión.

Dile adiós a los que huelan mal.  A los que no te saludan en la calle. A los que son incapaces de respetar un no. Igualmente evita a los que repiten las mismas historias de siempre. Los que le falten el respeto a los demás, aunque contigo sean buenos. Llegará el día en que te meterán en el saco de su desprecio, en donde atacarán sin piedad. Igual aléjate de la gente chismosa. Esos que hablan de otras personas a sus espaldas. Seguro lo hacen contigo también. Que se queden lejos con sus conversaciones, limitadas  a ser un viboreo tras otro. La vulgaridad es incompatible contigo.

Si alguien te da un golpe por la espalda, desaparécelo de tu vida. Borra su contacto de tu teléfono y no lo vuelvas a tomar en cuenta. Ser parte de tu círculo debe considerarse un privilegio al que no cualquiera puede entrar. No te fíes de nadie. Sé cuidadoso con las traiciones.  Ni siquiera te enfades con quien te sea desleal, ni le guardes rencor. Simplemente quítalos de tu cabeza. No les otorgues uno solo de tus pensamientos. Mejor invierte esos segundos en imaginar una montaña de algodón.

 La confianza vale mucho como para dársela a cualquiera.

italiana

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2 pensamientos en “Personas de las que es preferible alejarse

  1. Así pasa, es mejor huir, sobre todo con aquellos que se van alejando de ti y sólo se van paso a paso, mirando atrás no para recordar lo bueno que alguna vez fue (o pudo ser) sino para estar checando como chisme lo que hay en ti, como chisme.
    Como siempre, cada año, hay una limpieza directa e indirectamente de amistades, y soy muy afortunada y bendecida de tener gente a mi lado tan hermosa desde hace años, pero también sorpresas de gente que me dice una cosa y no sostienen su palabra, se están yendo poco a poco… sólo que para irse hay que irse bien, ¿qué no?

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