Definitely Maybe de Oasis

En el año 2005, cuando recién se publicó el álbum Don’t Believe the Truth, leí una entrevista que cierta revista mexicana le hizo a Noel Gallagher. En ella,  después de las declaraciones explosivas de cajón, el entrevistador le preguntó al líder de Oasis sobre cómo le gustaría ser recordado. Noel respondió sin rodeos: “Como el tipo que compuso Definitely Maybe”.

En ese entonces yo no era un fanático de Oasis; a decir verdad sólo disfrutaba la primera mitad de (What’s the Story) Morning Glory? y de algún hit como “Stand By Me”. No recuerdo ni siquiera por qué leí aquella entrevista, ya que en esos tiempos  odiaba a los Gallagher, aunque con todo mi pesar los escuchara en secreto.

Comprendo a sus detractores, de algún modo yo pasé por la mismas sensaciones. No debe ser fácil lidiar con un par de bocones alcohólicos que al final del día siempre conseguían salirse con la suya.

En fin, el caso es que la sentencia proferida por Noel para esa publicación se quedó grabada en mi memoria. Con ella finalizaba la entrevista. La mayoría de los músicos acostumbran alabar el material que promueven en el momento. Es difícil que enaltezcan sus viejos trabajos sobre los nuevos. Supongo que se debe al ego y también a cuestiones comerciales. Aunque el material sea un fiasco, lo mínimo que se puede hacer es aparentar que no lo es. La palabrería siempre es la misma: “Éste es el mejor disco de mi carrera, estoy muy orgulloso de él”. O la variante: “El nuevo álbum es muy especial para mí, el resultado final me ha dejado satisfecho”. Frases de cajón para que el fan iluso desembolse sus ahorros en música que, las más de las veces, termina por ser decepcionante.

Les decía, en ese entonces le rehuía a Oasis. Fue apenas una semana después (motivado por lo que vi en aquella revista) que escuché por primera vez Definitely Maybe, su célebre trabajo debut. También me había animado por los sencillos que sonaban en la radio. “Lyla” y “The Importance of Being Idle” habían provocado que cediera ante sus encantos. Tenían lo suyo aquellos tipos. No eran tan malos.

Respecto a Definitely Maybe, no puedo decir que me encantó a primeras de cambio: me gustó, sí, pero también consideraba excesivo el culto que se le rendía. Lo que sí le reconocí a la banda era lo confiados que sonaban. Hay sensaciones que pocos pueden transmitir en la música y Oasis podía hacerlo. Creo que su éxito se debe en buena medida a eso. Poner “Rock ’n’ Roll Star” y “Supersonic” de tirón, animan a cualquier muerto. Las canciones influyen en nuestro estado de ánimo. Por esos días dejé de escuchar a Joy Division porque me deprimían a niveles preocupantes. Los Gallagher eran de la misma ciudad, pero eran lo contrario: se escuchaban optimistas y animados. Lo más importante era que lograban transmitirlo.

Manchester es una ciudad industrial de la que surgieron bandas con tendencias obscuras o depresivas:  The Smiths, Buzzcocks, Magazine y los ya mencionados Joy Division son prueba de ello. Con el tiempo ha cambiado, pero Manchester podría considerarse como un lugar triste. Morrissey ha sido uno de los principales promotores de esa idea. Un anti-embajador que tardó muchos años en regresar al lugar que lo vio nacer.

Oasis se despega de esa nube gris. Noel y Liam, los pilares de la agrupación, tuvieron una infancia complicada. Sus simpatizantes se cuentan a montones en parte porque supieron sobreponerse a la pobreza y a un ambiente familiar conflictivo sin quejarse demasiado. Sacaron flores del asfalto.La gente suele poner atención a esos detalles. El rock no es sólo la música, también se toman en cuenta otros factores como la identificación y la historia. Decir que son la banda del Britpop sería quedarse cortos. También fueron la banda del pueblo. Del pueblo joven, en específico. Resulta evidente que sus temas impactaron sobre todo en las personas menores a treinta años. De poco o nada sirve que se insista, es difícil que nuestros padres y abuelos puedan valorar “Cigarettes & Alcohol” como nosotros.

Es importante escuchar a Oasis en determinada época de la vida. En ese aspecto este disco se repetirá por muchas generaciones. Siempre habrá un muchacho deprimido y enamorado que encuentre ánimos luego de darle un repaso a la lista de canciones que conforman este trabajo. Con esto no quiero decir que no exista gente madura que lo sepa apreciar, también los hay, la mayoría son nostálgicos sobrevivientes de los años noventa que le mantienen un cariño similar al que se tiene por los primeros amigos de la infancia o por la chica que definió nuestra sexualidad.

Lo cierto es que Definitely Maybe tiene una fecha de caducidad: ésta viene cuando se decide envejecer. Llegará el momento en el que se necesitará algo más que cigarrillos y alcohol para divertirse. También llegará el día en el que los hijos hagan entender las razones por las que vale la pena encontrar un trabajo. Pero joder, hasta entonces, mientras uno quiera vivir la mejor época de la vida (en la que todavía existen algunas licencias para desfogarse), no hace falta más que abrir una cerveza y darle play al reproductor  para conmoverse con los guitarrazos de Bonehead, la pletórica voz de Liam y las letras directas al corazón de Noel.

Todavía tardé un poco más en darme cuenta de lo anterior. El momento definitivo para convertirme en un Madferit confeso, llegó tiempo después.

Un día estaba jugueteando con la radio por mero aburrimiento. Movía la “ruedita” como poseso sin encontrar algo que me gustara. Entre cumbias, baladas para señoras, temas de Death Metal y demás, paré al topar con “Slide Away” que justo comenzaba en alguna estación cualquiera. No sé qué poder tiene la radio para hacer que canciones conocidas previamente, suenen  diferentes a cuando las escuchamos desde nuestras computadoras o estéreos. Puede que la antena esté dañada, que haya interferencia o que el locutor caiga mal, pero de pronto escogen el momento justo para poner una canción en particular que cambia nuestra perspectiva por completo.

El factor sorpresa debe influir; hay diferencias entre ir a comprar un pastel y llegar a tu casa para encontrar que tu madre preparó uno. Da igual, el caso es que entre la guitarra planeadora y la voz de Liam quedé hipnotizado. Era un gran tema. Incluso a Paul McCartney le gusta (Wikipedia está abierta las 24 horas para quien quiera verificarlo). Otro grupo la hubiera recortado tres minutos, en cambio los mancunianos la extendían para nuestro placer.

El vocabulario y las rimas eran rudimentarios, incluso náifs. Se podría decir que cualquiera las hubiera podido escribir, el hecho era que sólo ellos habían tenido la determinación para hacerlo. Y cuando alguien expresa algo del modo en el que tú lo piensas, no queda más que rendirse. Después de todo, de eso trataba el rock británico de los noventa: gente común hablando de temas comunes para escuchas comunes.

«Slide Away» fue el Caballo de Troya personal que terminó por desembocar en mi aprecio por el grupo. Con cada álbum todos tenemos lo mismo, un tema en particular que nos impulsa a darle una oportunidad al resto. Y fue cómo empecé a ver a “Live Forever” con otros ojos. Los principales atributos eran los mismos (algo que varía poco en los primeros años de su carrera), ahí estaba Liam que desgarraba su garganta a lo John Lennon, repitiendo el título de la canción una y otra vez como si no hubiera mañana. La letra, por su parte, concretó el cambio generacional. El Britpop había tomado la estafeta que el Grunge había dejado en el suelo luego de la muerte de Kurt Cobain para llevarla a rumbos menos autodestructivos. Si bien es cierto que otros grupos ingleses ya habían dado un vuelco al optimismo como punto de partida creativo (pensar en  Blur, por ejemplo), fue con Oasis cuando por fin se empezó a convertir en un producto a tomar en serio. Sus palabras eran tan evidentes, tan desnudas y, en ocasiones, hasta obvias, que no cabían interrogantes: un movimiento real había nacido.

La duda planteada en su nombre (“Definitivamente tal vez”) no se refleja en el contenido. Las intenciones son claras. Un grupo de amigos que querían ser estrellas de la radio hacían todo lo posible para poder alcanzar el altar de sus ídolos. Para lograrlo se emplearon a fondo con un sonido que se aproximara a sus actuaciones en vivo.

En un documental de aniversario se cuentan algunos de los problemas que tuvieron al principio. Las primeras mezclas no convencieron a nadie. Fue a base de tenacidad que las cosas salieron adelante, y con algunos retoques (como el recorte del solo de “Live Forever” que según Owen Morris “sonaba muy Guns N’ Roses”) salió al mercado para venderse como pan caliente. Ni más ni menos que el debut más vendido de la historia, hasta que unos monos del ártico vinieron a arruinarlo.

He abordado este álbum de manera semi personal porque creo que es la manera más honesta de referirse a un trabajo que apela más a la sangre que a la mente. Sus méritos musicales pueden parecer exiguos. No hace falta sacar un estetoscopio para darse cuenta de que George Harrison ya había hecho el solo de “Supersonic” dos décadas atrás en “My Sweet lord”; que Marc Bolan compuso una primera versión de “Cigarettes & Alcohol” con el nombre de “Get it On” y que las influencias son patentes en cada segundo de su carrera.

En ese aspecto, Definitely Maybe no es un álbum independiente. Al ponerlo se escuchan a docenas de bandas más. Lo admirable es que con todo y eso, Oasis consiguió un sonido con identidad. Tomaron prestados los juguetes de otros para hacer de las suyas, convirtiéndose así en una banda de síntesis que siempre será más amada que respetada.

Al final, entendí  las palabras que Noel Gallagher dio en aquella entrevista. Hay algo genuino en este álbum, suficiente como para que con él hubiera bastado para convertirlos en leyenda. Luego vendrían otros discos; algunos de ellos memorables y otros no tanto. Pero es éste el que capta la esencia de todo aquél que aspira a ser una estrella de la música. Tal vez no eran los instrumentistas más calificados, pero les sobraba la actitud que a veces se extraña tanto en el rock. Esas ganas de salir adelante, de confiar en sí mismos, de expresarse como si no hubiera otro día.

Respecto a la mencionada caducidad de este álbum, lo importante es que esa fecha se puede aplazar las veces que uno quiera. Cada que se necesite motivar a los sentidos y ser jóvenes de nuevo, ahí estarán estos tipos para hacerlo realidad. Un truco que, en efecto, vivirá por siempre.

oasis concet

Publicado originalmente en Revista Spazz.
Anuncio publicitario

2 pensamientos en “Definitely Maybe de Oasis

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s